Intento de aceptación

Anoche, descubrí frente al espejo un buen número de canas en mi cabeza. Entre 20 o 25, en un sólo lado. Mi esposa me comentó que ya lo había notado desde hace tiempo pero no me lo había dicho porque creyó que ya me había dado cuenta.

Me quedé paralizado; sentí que se me venía el mundo encima y, en realidad, no me causó ninguna gracia saberlo.

No sé si sea vanidad o temor, pero no había pensado qué hacer cuando aparecieran poco a poco. Creí que vería una o dos canas, luego cinco, y después muchas, pero no de esta forma tan repentina..

Repasé rápidamente mi vida, reparé en lo que he hecho y lo que no, y en lo que quiero hacer. De pronto, sentí que había envejecido muy rápido.

No tengo hijos, tengo una vida menos complicada, aunque con algunas limitaciones. Mi esposa y yo anhelamos una mejor vida, procurando prepararnos académicamente para lograrlo, con las complicaciones de sobrevivir las inestabilidades económicas que nos impone el gobierno.

Por otro lado, me acordé mis profesores de secundaria y preparatoria, que los veía algo jóvenes cuando impartían mis clases y que, hace poco, me impresionó verlos muy mayores. Me acordé de mis excompañeros también, de sus fotos en Facebook, donde lucían realmente grandes; yo me había quedado con la idea de que me seguía viendo más joven, pues según la opinión de algunos conocidos, eso me decían cuando tenía 29 años.

Sólo han pasado casi 4 años desde que me lo dijeron.

Me acordé de mis padres y mis tíos, pero más de mi padre. Él solía mirarse mucho al espejo, a causa de su vanidad; siempre dice quererse operar el rostro para verse más joven y seguir sintiéndose atractivo para las mujeres. Algo así pensé después de verme en el espejo.

Dicen que todo es una cuestión mental, que la edad sólo es una idea para medir nuestra vida, pero la sociedad no lo ve así. ¡Ahora resulta que me importa lo que digan los demás! ¡Hazme el favor!

Siento que se me está yendo la vida en nada.

La cuestión aquí es observarme más a menudo para reconocerme y aceptarme, principalmente esto último. Y como dicen por ahí, vivir al máximo sin preocuparme por la edad.

Lo que sí no voy a hacer es ocultar las canas, porque también considero que son signo de mi experiencia en la vida.